En el repertorio de frases hechas que utilizamos en el español una de ellas es la que presento en el titulo de esta publicación.
Lo que queremos decir al utilizar esa frase es que el que se METE EN CAMISA DE ONCE VARAS se está complicando la vida, se esta “ metiendo en un lio”, se está adentrando en un problema del que le será difícil salir.
Lo que es más raro es el origen de esa frase. Voy a intentar explicarlo:
Existía en la Edad Media, entre la nobleza y el clero , una ceremonia de adopción de adultos, que aunque os parezca extraño se utilizaba una camisa grande, muy grande , de once varas*.
El personaje que iba a ser adoptado se metía por una manga de la camisa y salia bien por la parte de abajo o bien por el cuello. Al salir el nuevo padre le daba un beso en la frente aceptando la paternidad.
De esa forma se simulaba un parto y por lo tanto pasaba a ser el hijo del noble u obispo que adoptaba.
Esta adopción suponía una relación de obediencia “ a su nuevo padre” que a veces , con el tiempo daba lugar a problemas y compromisos en la vida del adoptado al tener que hacer acciones que quizás por si solo o por su propia voluntad no hubiera hecho.
Con el tiempo “METERSE EN CAMISA DE ONCE VARAS” para algunos suponía “un lio”, un problema del que le era difícil salir ya que había hecho la ceremonia de la adopción y obediencia a “su nuevo padre” ante toda la Corte y suponía un desagravio para el «padre».
* Una vara era una medida de longitud que equivalía a 83,5 cm. Por lo que la camisa mediría la exageración de más de 9 metros.
El número once se utilizaba también para decir “muchas” por lo que en esencia una camisa de once varas era una camisa muy grande.
Pepe Mateo
Contador de historias.